Paradigma de los sacrificios humanos en los Aztecas
¿Realmente los Españoles presenciaron los sacrificios humanos en el México antiguo? o fue solo un pretexto para justificar una colonización de un pueblo bárbaro. Para Hernán Cortés por si solo con 600 hombres aproximadamente, la "invasión" era una empresa imposible de realizar. Simplemente, inteligentemente formó parte de una gran revuelta en contra de la triple alianza Texcoco-Tacuba-Tenochtitlán.
¿Que reportaron los Españoles? El encargado de escribir los relatos sobre Hernán Cortés fue Bernal Díaz del Castillo, en un párrafo tenemos: "...éste tenía en las paredes tantas costras de sangre y el suelo todo bañado de ello, como en los mataderos de Castilla no había tanto hedor. Y allí le tenían presentado (al dios tutelar) cinco corazones de aquel día sacrificados...".
¿Realmente es cierto lo que escribió?, es una visión del vencedor sin lugar a dudas. Haciendo un análisis a sus relatos, tenemos al escritor Mario González, con su libro "Y Bernal mintió". Bernal, cuando escribió su crónica, ya tenía muy deteriorada la memoria, al grado que ya no sabe distinguir la realidad de la ficción. (http://www.milenio.com/cdb/doc/impreso/8066293)
Tenemos varios personajes cuya opinión difiere de los sacrificios humanos, como Pablo Moctezuma [1] y James Jacobs [2]. Y lo atribuyen como leyenda de los europeos en su afán de justificar los medios. Pero sin embargo, ¿existieron realmente los sacrificios humanos?
Desechando las narrativas de los colonizadores, nos quedaremos con las evidencias de los hallazgos arqueológicos. El objetivo del sacrificio humano es apaciguar la ira de los dioses, y complacerlos para que su coraje no se desate en forma de desastre natural u otro mal que los llegara a afectar, en muchas culturas antiguas esta idea era común. Se dice que el sacrificio humano que realizaban los Aztecas era para darle continuidad al Universo y garantizar el ciclo solar. Mas que un ritual horrorizante y sanguinario era una práctica ceremonial - religiosa que era necesaria para su vida cotidiana. ¿Pero los Mesoaméricanos eran los únicos con dichas tradiciones?, en la mayoría de las civilizaciones antiguas era una práctica común el sacrificio humano, desde los romanos, celtas, pueblos de áfrica hasta el extremo del continente asiático: los Japoneses. Muchos de los sacrificados eran infantes, como dice el Dr. Lloyd deMause, el maltrato infantil en las épocas antiguas era común, desde su mutilación, violación hasta el sacrificio de ellos era practicado cotidianamente. ¿Pero los aztecas tenían dioses? o ¿tenían deidades que representaban energías de la vida? Aquí hay una pequeña confusión creer que ellos "adoraban" a dioses o un dios, como lo hacian los Europeos en aquellas épocas.
Las evidencias de sacrificios humanos por parte de las culturas Mesoamericanas, según la revista de Arqueología Mexicana, como dicen los autores: Graulich Michel [3], hasta una reflexión de ellos por parte de Miguel Léon - Portilla [4]. Aunque los códices que muestran como evidencia y figuras talladas en las piedras, no justifican un sacrificio humano. Recordemos que nuestra cultura occidental nos delimita en el entendimiento de los pictogramas que realizaba otro tipo de cultura totalmente diferente a la que estamos acostumbrados. Una imagen en donde se abre el pecho de una persona con un cuchillo de obsidiana, probablemente simboliza la liberación del alma o un sacrificio como valor humano para alcanzar un bienestar común.
Otro tipo de evidencias científicas realizadas en restos óseos, como las atribuidas por Talavera González [5], donde aseguran los sacrificios en un remoto pasado de 3000 a.c. (obviamente en esa época era común dicha práctica en cualquier rincón del planeta) y donde encuentran fosas de no más de 150 personas. Como cuenta Fray Diego Durán sobre los 80,400 sacrificados en una ceremonia en el Tempo Mayor durante 4 días, (me pregunto como habrá realizado dicho conteo) donde la población de los aztecas rondaría por los 200,000 habitantes en Tenochtitlán según Eduardo Noguera. Cada habitante, incluyendo mujeres y niños, tendría que matar entre dos y tres personas para concretar malévolo plan.
Concluiremos que el sacrificio humano masivo en las culturas Maya, Azteca y otras del continente Americano, carece de validez. No existe evidencia alguna de los cientos de miles de muertos debido a estas razones. Probablemente no eran tantas como nos hacen creer y como dice el arqueólogo Mexicano Eduardo Matos Moctezuma: "Estamos descubriendo que eran una sociedad realmente compleja, con una gran división del trabajo y grandes especialistas, con gente que se dedicaba a tiempo completo a ramas concretas de la producción, a tallar la obsidiana, a fabricar cerámica. La tecnología que descubrimos detrás es impresionante. El conocimiento del tipo de barro, de los pigmentos, del diseño de motivos, o en los textiles la forma de sembrar el algodón, seleccionarlo, teñirlo. También es extraordinario el conocimiento médico y de la naturaleza".
Son mayores los méritos logrados por estas civilizaciones y poseedores de una riqueza cultural y astronómica invaluable, ademas en Tenochtitlán: existían escuelas, no había esclavitud, convivían con el medio ambiente y respetaban la naturaleza, se impartía la justicia y quebrantarla era severamente penalizado (todo esto nos cuenta Pablo Moctezuma en su libro [1]). No hay que avergonzarnos ni dejarnos engañar de que nuestros orígenes correspondían a un pueblo sanguinario y violento, como nos hacen creer en diversos medios.
Las evidencias de sacrificios humanos por parte de las culturas Mesoamericanas, según la revista de Arqueología Mexicana, como dicen los autores: Graulich Michel [3], hasta una reflexión de ellos por parte de Miguel Léon - Portilla [4]. Aunque los códices que muestran como evidencia y figuras talladas en las piedras, no justifican un sacrificio humano. Recordemos que nuestra cultura occidental nos delimita en el entendimiento de los pictogramas que realizaba otro tipo de cultura totalmente diferente a la que estamos acostumbrados. Una imagen en donde se abre el pecho de una persona con un cuchillo de obsidiana, probablemente simboliza la liberación del alma o un sacrificio como valor humano para alcanzar un bienestar común.
Otro tipo de evidencias científicas realizadas en restos óseos, como las atribuidas por Talavera González [5], donde aseguran los sacrificios en un remoto pasado de 3000 a.c. (obviamente en esa época era común dicha práctica en cualquier rincón del planeta) y donde encuentran fosas de no más de 150 personas. Como cuenta Fray Diego Durán sobre los 80,400 sacrificados en una ceremonia en el Tempo Mayor durante 4 días, (me pregunto como habrá realizado dicho conteo) donde la población de los aztecas rondaría por los 200,000 habitantes en Tenochtitlán según Eduardo Noguera. Cada habitante, incluyendo mujeres y niños, tendría que matar entre dos y tres personas para concretar malévolo plan.
Concluiremos que el sacrificio humano masivo en las culturas Maya, Azteca y otras del continente Americano, carece de validez. No existe evidencia alguna de los cientos de miles de muertos debido a estas razones. Probablemente no eran tantas como nos hacen creer y como dice el arqueólogo Mexicano Eduardo Matos Moctezuma: "Estamos descubriendo que eran una sociedad realmente compleja, con una gran división del trabajo y grandes especialistas, con gente que se dedicaba a tiempo completo a ramas concretas de la producción, a tallar la obsidiana, a fabricar cerámica. La tecnología que descubrimos detrás es impresionante. El conocimiento del tipo de barro, de los pigmentos, del diseño de motivos, o en los textiles la forma de sembrar el algodón, seleccionarlo, teñirlo. También es extraordinario el conocimiento médico y de la naturaleza".
Son mayores los méritos logrados por estas civilizaciones y poseedores de una riqueza cultural y astronómica invaluable, ademas en Tenochtitlán: existían escuelas, no había esclavitud, convivían con el medio ambiente y respetaban la naturaleza, se impartía la justicia y quebrantarla era severamente penalizado (todo esto nos cuenta Pablo Moctezuma en su libro [1]). No hay que avergonzarnos ni dejarnos engañar de que nuestros orígenes correspondían a un pueblo sanguinario y violento, como nos hacen creer en diversos medios.
1 Moctezuma Barragán, Pablo (2004). Moctezuma y el Anahuac: una visión mexicana. México, D.F. Editorial Noriega.
2 Jacobs, James Q (2004). The Cannibalism Paradigm: Assessing Contact Period Ethnohistorical Discourse
3 Graulich, Micheal (2003). El sacrificio humano en Mesoamérica. Revista de Arqueología Mexicana XI, número 63, pp 16 - 21. Link sobre ensayo del autor: http://ocw.udem.edu.mx/cursos-de-profesional/historia-del-mexico-virreinal/sacrificiohumanoenmesoamerica.pdf
[4] http://college.holycross.edu/faculty/cstone/span409/Sacrificio%20Humano.pdf
[5] Talavera González et al (2003). Evidencias de sacrificio humano en restos óseos. Revista de Arqueología Mexicana XI, número 63, pp 30 - 34.
3 Graulich, Micheal (2003). El sacrificio humano en Mesoamérica. Revista de Arqueología Mexicana XI, número 63, pp 16 - 21. Link sobre ensayo del autor: http://ocw.udem.edu.mx/cursos-de-profesional/historia-del-mexico-virreinal/sacrificiohumanoenmesoamerica.pdf
[4] http://college.holycross.edu/faculty/cstone/span409/Sacrificio%20Humano.pdf
[5] Talavera González et al (2003). Evidencias de sacrificio humano en restos óseos. Revista de Arqueología Mexicana XI, número 63, pp 30 - 34.
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